martes, 7 de abril de 2009

CUMBRES

Las cumbres solemnizan nuestra marcha por la vida. Desde el Collado Chistau, contemplamos cimas verdes y blancas de futuro luminoso. (Al fondo el macizo del Bachimala, Pirineo de Huesca)

(Cumbre del Cerrón, Sierra de Ayllón)
Aquí estamos. ¿Recuerdas cuando el Cerrón nos parecía tan lejano? ¡Ánimo, la cumbre y su nieve nos esperan!


¡Cumbres!
Dicho así resulta incierto.

Acaso no era esa mi intención primera.

Pero una vez que lo vi escrito, me senté a meditar.

Es verdad, me dije, a mi misma mismidad. ¿Qué cumbres? Acaso las de la vida, después de un largo caminar; tal vez las de la dedicación personal, al finalizar un esfuerzo de conquista; pueden ser las del amor, que, ya sereno, camina por cimas a manos llenas y corazones sonrientes; imaginad las montañas, al inicio del paseo lejanas y solemnes, se hacen de vuestro tamaño (¿o el que las asciende del tamaño de la montaña?) cuando abrazas su vértice geodésico.

Así van pasando los días. Yo soy una sombra de mi mismo: a veces me proyecto hacia el futuro, a veces me recuerdo en el pasado. De este modo tan silente y sencillo se va consolidando mi presente, entre mi sombra y la luz del sol que me calienta. Recuerdo la primera vez que estudié aquel axioma de la Biología que decía: la Ontogénesis es el compendio de la Filogénesis. Me dio para meditar, entre la sombra y la luz, durante tres jornadas. Y concluí - aún hoy ignoro si acertadamente - que tamaña definición resulta válida para englobar muchos aspectos de la existencia. Pues hoy somos parte de la historia pasada, social y personalmente; nuestros actos pasados se levantan con nosotros cada mañana (yo aseguro que es posible ir borrando los errores cometidos y proyectar más luz hacia el futuro: confía y date una oportunidad).

Yo... ¿cúantas veces ha aparecido ese término? Mas no es por egoísmo individual, esa palabra quiere personalizar la existencia. Yo... me estoy personalizando... volveré a leer a los poetas- filósofos (¡Unamuno, qué solo me has dejado!) que nos juntaron el final del siglo diecinueve con las primeras décadas del veinte.

Javier Agra.

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