martes, 23 de octubre de 2012

AMA DABLAM


Ama Dablam es la montaña que hace fondo de pantalla de mi blog. Lo escribo para que se sepa y para agradecer a la persona que cuida la imagen de mis escritos y de muchos otros aspectos de mi vida. Seguramente sin ella mi caos sería más agrandado que el baile de las nubes entre las que respira vida el Ama Dablam.

Por otra parte se que ese es el nombre de la montaña porque me lo ha dicho Jose.

Con casi siete mil metros de altitud es una montaña de gran belleza pero modesta, porque se encuentra cerca del Everest y en ese entorno cualquier altura menor de los ocho mil metros, resulta modesta. Así es la curiosa manera de medir las cosas en la generalidad de los humanos; ¿No es diminuta una gota de perfume que exhala magnífico aroma en un gran espacio? ¿No es acaso diminuta la gota de polen de la flor que produce un inmenso dulzor?

Situada en la parte este del Himalaya de Nepal (capital Katmandú), en castellano Ama Dablam significa algo así como “El collar de la madre y de la perla”. La perla estará formada por su glaciar que cuelga entre brillos iluminados. Dablam es también la caja que adorna el cuello de las mujeres serpas ¡Claro que me gustaría pasear su falda! ¡Claro que disfrutaría bajo su caricia! Sin embargo, nunca podré ascender su inmensidad por altura y por dificultad técnica: el Ama Dablam es intangible y soñada para mí; como el rayo de luna de Bécquer al que nunca se puede tocar por más que uno se fatigue en la persecución constante. Allí está entre la sonrisa que sube del valle del Khumbu, cuna de la etnia de los afamados serpas de amabilidad y hospitalidad contrastada.

En mis múltiples ascensiones y cumbres de montaña, nunca he utilizado cuerda y para ascender esta cariñosa montaña es imprescindible su utilización y buen manejo; como se necesita ser ágil y fuerte. ¡Cumbre ideal como es en España el Naranjo de Bulnes, o tal vez el alpino Cervino o el Alpamayo en los Andes! ¡Cumbre de ensueño y de mis duermevelas! Yo, que me precio de conocerme a mí mismo, me contento con verla de fondo de pantalla. Conocerse a uno mismo es una de las tareas más necesarias y más útiles; de este modo siempre podremos extraer lo mejor que tenemos dentro para unir nuestra vida a todas las vidas y empujar hacia la libertad y hacia la luz.

Siempre quedarán para mí otros paseos más solazados, siempre tendré acceso al silencio meditativo que se respira en todo el pueblo de Thyanboche y su monasterio budista. También ahora saltan a mi memoria diversos monasterios cristianos donde el silencio, la oración, el trabajo y la paz han construido los siglos de sus laboriosos claustros.

Fondo de pantalla: Ama Dablam.

Javier Agra.